Materiales y significado
Como joyera, trabajo con los materiales más nobles y expresivos: metales preciosos como el platino, el oro y la plata esterlina, junto con piedras preciosas y semipreciosas. Cada elemento posee su propia esencia: el brillo nacarado de la madreperla, la profundidad del ébano, la transparencia del acrílico… todos hablan un lenguaje visual que une naturaleza, energía y forma.
Los metales nobles están vivos. Su equilibrio entre rigidez y maleabilidad les permite absorber la energía de las manos que los transforman. Trabajar con ellos es un acto alquímico y profundamente sanador. Crear a esta escala íntima convierte el metal en emoción: en un objeto de belleza y conexión.
Cada joya plantea un desafío técnico y estético, donde la forma y el significado se entrelazan. La joyería tiene un efecto profundo en las personas porque habla de memoria, identidad y sentimiento. Toca la piel, narra historias: sobre la herencia, el gusto y la pertenencia. Una joya concede fuerza, identidad y presencia en el mundo.